El fragmento de hueso decorado del Dolmen de Soto: Un testimonio arqueológico de Trigueros

Los recientes estudios arqueológicos en el Dolmen de Soto, ubicado en Trigueros, han sacado a la luz una pieza de notable valor histórico y cultural: un fragmento de hueso largo pintado y grabado. Este descubrimiento no solo enriquece el conocimiento sobre las prácticas funerarias de la región, sino que también confirma la reutilización de ciertos materiales en enterramientos que datan de entre 2500 y 2300 a.C.

Características y contexto del hallazgo

El fragmento en cuestión es parte de una pequeña caja, probablemente usada en ritos funerarios. Mide 9 x 3,5 x 3,5 cm y fue encontrado en el exterior del dolmen, en una estructura identificada como una cabaña donde se realizaban actividades rituales. Este hallazgo se sitúa dentro de una fase cronológica que abarca desde el Neolítico hasta el Bronce Final, lo que sugiere una larga historia de uso y reaprovechamiento del monumento.

El hueso decorado presenta grabados y pinturas en todas sus caras, lo que lo relaciona con otros objetos similares encontrados en yacimientos del Levante peninsular. Estas decoraciones, a menudo con motivos geométricos y símbolos solares, eran comunes en zonas del Guadiana y evidencian conexiones culturales entre el suroeste de la península ibérica y otras regiones.

Comparativa con otros hallazgos en Huelva

En Huelva, piezas similares se han encontrado en el yacimiento de La Orden-Seminario, aunque la mayoría no han podido ser expuestas debido a su mal estado de conservación. Estos fragmentos de huesos largos, utilizados como contenedores y equipados con tapas de marfil, muestran la sofisticación de las prácticas funerarias de la época. La técnica de serrado utilizada en estos huesos, junto con las similitudes decorativas, sugiere una conexión directa entre los objetos hallados en La Orden-Seminario y el fragmento del Dolmen de Soto.

Importancia del Dolmen de Soto

El Dolmen de Soto se destaca por ser uno de los pocos megalitos europeos que ofrece una secuencia decorativa y cronológica tan rica. Los soportes del monumento, a menudo reciclados, revelan múltiples fases de decoración, lo que permite a los arqueólogos correlacionar iconografías con fechas específicas, un aspecto único en el estudio de megalitos europeos.

Las excavaciones recientes también han permitido descubrir estructuras externas como cabañas y un hipogeo, que sugieren la existencia de un complejo ritual en torno al dolmen. Una de estas estructuras, datada entre 2562 y 2300 a.C., incluye restos de hogueras, depósitos votivos y un molino de piedra, lo que indica que este espacio era utilizado para ceremonias complejas, probablemente relacionadas con el procesamiento de alimentos y otros rituales de comensalidad.

Conclusión

Este fragmento de hueso largo pintado y grabado no solo representa un objeto de gran valor artístico y cultural, sino que también nos proporciona una ventana a las prácticas sociales y funerarias de las comunidades prehistóricas del suroeste de la península ibérica. El Dolmen de Soto sigue revelando sus secretos, consolidándose como un referente arqueológico clave para entender la prehistoria reciente de Europa.

Este fragmento será la pieza destacada del 27 de junio en la exposición "Ídolos: Miradas milenarias desde el extremo suroccidental de Europa", que se exhibe en el Museo de Huelva. Una oportunidad única para apreciar de cerca un testimonio milenario de la historia de Huelva.